3 Tipos de Ejercicios Que Deben Realizar Los Enfermos Cardiacos

Estar físicamente y mentalmente activo es un factor determinante para tener una buena salud cardíaca. Es una de las herramientas más efectivas para fortalecer nuestro músculo cardíaco, mantener nuestro peso bajo control y prevenir el daño arterial causado por el colesterol alto, la hiperglucemia y la hipertensión. Recordamos que estas patologías aumentan el riesgo de padecer un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

Existen diferentes tipos de ejercicios para que dispongamos de un estado físico óptimo y saludable. El ejercicio aeróbico y los entrenamientos de resistencia son los más importantes para la salud de nuestro corazón y, aunque la flexibilidad no contribuye directamente, es muy importante que la mantengamos entrenada dado que proporciona una buena base para que podamos realizar ejercicios aeróbicos y de fuerza sin correr el riesgo de sufrir lesiones musculares.

Te explicamos en qué te benefician los diferentes tipos de ejercicio.

Ejercicio Aeróbico:

¿Qué hace?: El ejercicio aeróbico mejora la circulación, lo que ayuda a una disminución de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Además, aumenta la potencia de tu estado físico general. Estos ejercicios los podrás realizar al aire libre o bien en cintas de correr.

El ejercicio aeróbico también reduce el riesgo de diabetes tipo 2 y, si ya convives con ella, te ayudará a controlar los niveles de glucosa en sangre.

¿Cuánto tiempo se recomienda realizarlos?: Por lo menos 30 minutos al día, cinco días a la semana.

Ejemplos: Caminar a paso ligero, correr, nadar, montar en bicicleta, jugar al tenis y saltar a la comba.

El ejercicio aeróbico para que el corazón bombeé sangre es el más recomendado por los facultativos. 150 minutos a la semana de actividad física moderada sería suficiente para preservar una buena salud cardiovascular.

Entrenamiento de resistencia (trabajo de fuerza):

¿Qué hace?: El entrenamiento de resistencia tiene un efecto más específico en nuestra musculatura que el aeróbico. Para las personas que tienen mucha grasa corporal (incluidas aquellas que tienen concentración de grasa en el abdomen), puede ayudar a reducir ese exceso de grasa y a crear silueta delgada y definida.

Diversos estudios médicos han demostrado que una combinación de ejercicios aeróbicos y de fueraa puede ayudar a elevar el colesterol HDL (bueno) y bajar el colesterol LDL (malo).

¿Cuánto tiempo se recomienda?: Por lo menos dos días no consecutivos a la semana de entrenamiento sería un buen comienzo.

Ejemplos: Los ejercicios de pesas, flexiones de brazos o sentadillas .

Estiramiento, flexibilidad y equilibrio

¿Qué hace?: Los ejercicios de flexibilidad, como el estiramiento, no contribuyen directamente a la salud del corazón. Lo que hacen es beneficiar la salud músculoesqueletica, que le permite mantenerse flexible y evitar los dolores articulares o calambres.

Esa flexibilidad es una parte fundamental para poder mantener el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia.

Si tienes una buena base musculoesquelética podrás realizar los ejercicios aérobicos que ayudarán a tu corazón.

Como beneficio adicional, los ejercicios de flexibilidad y equilibrio nos ayudarán a mantener la estabilidad y a prevenir las caídas.

¿Cuánto tiempo se recomienda?: Todos los días. Antes y después de otros ejercicios.

Ejemplos: Estiramientos básicos que puedes hacer en casa. También puedes seguir vídeos de YouTube con profesionales que practican actividades tales como el Tai chi o el yoga.

Nuestro corazón es un músculo que se vuelve más fuerte y saludable si llevas a cabo una vida activa. Desde tufarmaciaelche.es os decimos que nunca es tarde para comenzar a hacer ejercicio. No necesitas ser un atleta. Dar un paseo con marcha rápida de , al menos 30 minutos, puede suponer una mejora sustancial en tu estado de salud.

Una vez que te pongas en marcha, te darás cuenta de que vale la pena. Las personas que no hacen ejercicio tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas que las personas que están activas.

El ejercicio diario puede ayudarte a:

-Quemar calorías.

-Reducir la presión arterial.

-Reducir el colesterol LDL “malo

-Aumentar tu colesterol HDL “bueno”.

Aumentar tu autoestima.

¿Cómo empezar a hacer ejercicio?

Primero, piensa en lo que te gustaría hacer.

¿Prefieres hacer ejercicio solo, con un entrenador o en una clase? ¿Quieres hacer ejercicio en casa, gimnasio o al aire libre?

Lo importante es que aumentes tu ritmo cardiaco varias veces a la semana. Si no te gusta ir al gimnasio, correr o hacer pesas, existen otras alternativas para hacer ejercicio.

¡Establécete metas alcanzables y lánzate a por ellas! Por ejemplo, si te gusta correr, puedes empezar caminando, luego trota unos pocos segundos. Así podrás ir aumentando la velocidad y conseguir aumentar tu frecuencia cardiaca. 

Por otra parte, no olvides consultar con tu médico o especialista en fisioterapia, como bien puede ser Raúl Barroso de Clínica del Deporte Alicante, es vital para adivinar las limitaciones que pueda haber a la hora de realizar algún tipo de actividad física. Él se asegurará de que estés en un estado óptimo para realizar cualquier actividad física y te informará sobre las limitaciones y deportes que no puedas realizar.

Las personas con riesgo de enfermedad cardíaca tienen una gran incertidumbre sobre si sus arterias podrán soportar la actividad física. En el caso de que tengáis síntomas de cansancio, dolores musculares o hayáis sufrido alguna patología previa debéis comunicar a vuestro facultativo de que realice las pruebas oportunas para evitar riesgos innecesarios durante el entrenamiento.

En cuanto a la duración, como hemos recalcado durante el artículo, unos 30 minutos al día es más que suficiente para mantener una óptima salud cardiovascular.

Si has comenzado cuéntanos qué tal te ha ido. ¡Estamos para ayudarte!

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