Enfermedades dentales durante el embarazo
A la hora de afrontar un periodo de gestación, cualquier prevención en materia de salud es buena. La salud bucodental antes de un periodo de embarazo es clave para que durante este no aparezcan enfermedades bucodentales ni haya riesgo de transmitir problemas al feto o de influir en su correcto desarrollo.
Enfermedades bucodentales comunes durante el periodo de gestación
Hay una serie de enfermedades bucodentales que suelen ser más frecuentes en embarazadas:
Gingivitis: debido al cambio hormonal, se produce una inflamación a nivel general, un aumento del sangrado de las encías, mal sabor y se agravan los problemas por pequeños que fuesen en este periodo.
Caries:suele existir una hipersensibilidad que se agrava si la caries ya ha aparecido y está instaurada en la pieza dental; se suele sentir con más intensidad el paso de los alimentos fríos, calientes y/o dulces, estando la embarazada mucho más incómoda a la hora de alimentarse con la molestia que eso supone en una rutina que se realiza varias veces al día. No está demostrado que haya una vinculación directa entre embarazo y caries, pero sí es verdad que los alimentos que la embarazada ingiere suelen ser distintos a los de su dieta habitual (suelen tener tendencia a tomar alimentos más cariogénicos).
Erosión en el esmalte: debido a los vómitos (las madres que los sufren), especialmente si son en varios momentos del día, la erosión es mucho mayor, como es lógico. El desgaste del esmalte da paso también a una hipersensibilidad.
Xerostomía: no es habitual, pero algunas mujeres presentan sequedad en la boca. Puede combatirse con chicles, sprays o geles humectantes.
Todas estas enfermedades bucodentales pueden ocurrir o no con más relevancia en el embarazo, dependiendo sobre todo de la salud bucodental de la que partamos en la madre, su edad, los embarazos previos, la condición de sus encías, sus hábitos de higiene, las visitas a la clínica… Básicamente, si es una paciente estable con buenos hábitos, la afección más relevante en casi en el 70% de las embarazadas es la inflamación con leve sangrado de las encías (gingivitis).
Si al comienzo del embarazo nos encontramos con un problema periodontal de base, este se agravará, por supuesto, y en muchos casos no se podrá tratar hasta la finalización del periodo. Una creencia que no está para nada demostrada es que los bebés absorben el calcio de los dientes de las madres y por eso aparecen caries y pierden piezas dentales. Esto debe atribuirse al tipo de dieta con más azúcares y a la falta de cepillado tan a menudo como ingieran alimentos.
Tratamientos odontológicos que no afectan durante el embarazo
Cuando se está embarazada, es preferible esperar a que el proceso termine para comenzar algún tratamiento hasta que la madre haya dado a luz y sus hormonas se hayan estabilizado. Así, es factible comenzar tratando la gingivitis y después las caries. En caso de necesitar algún tratamiento de conductos (endodoncia) o extracción por infección (cita de urgencia) es aconsejable que se realice en el segundo trimestre del embarazo, que es cuando ha terminado la formación fetal a falta de su desarrollo en los meses posteriores.
Radiografías: prohibidas
Nunca deberemos exponer a la madre a radiografías, bajo ningún concepto, ya que el feto es totalmente susceptible a ellas. En el tercer trimestre también es posible realizar empastes con o sin anestesia y tratamientos de urgencia (endodoncias o extracciones, por supuesto con anestesia sin tener ningún efecto sobre el niño), pero a veces es mejor esperar a después del parto, ya que el volumen de la barriga de la embarazada es tal que puede, en una postura recostada, comprimirle el diafragma e impedir su respiración habitual.
Es muy importante tratar las enfermedades bucodentales durante el embarazo, ya que pueden afectar a la salud del feto. Las bacterias que provocan la periodontitis, si no son tratadas, han demostrado que pueden estar vinculadas a partos prematuros y bebés de bajo peso. Por ello, un control de la salud bucodental de la embarazada previene cualquier problema mayor y, sobre todo una buena higiene bucodental de base ayudará a que no se compliquen problemas en un futuro que puedan poner en peligro la salud del bebé. Como siempre, la prevención es el mejor remedio.
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