Enfermedades Cardiovasculares

Descubre las principales enfermedades del corazón | Descubre como paciente la clasificación y nombres de las más comunes

El corazón, como parte del cuerpo humano, es un preciado órgano cuya perfecta estructura y correcto funcionamiento son algunos de los principales indicadores de la salud humana.

Este músculo es el responsable de irrigar de manera constante cada parte de nuestro cuerpo, minuto tras minuto, veinticuatro horas al día y en cada día de nuestra existencia.

Aunque podemos tomar todas las precauciones para proteger nuestro corazón, algunas personas nacen con cierta predisposición a padecer de enfermedades cardíacas.

Realizar ejercicio regularmente, mantener una dieta equilibrada, tener un peso saludable y controlar la presión arterial son algunas de las formas que tenemos para protegernos de las patologías cardíacas o, al menos, contribuir a la disminución del riesgo de ocurrencia de cualquiera de ellas.

¿Qué síntomas aparecen cuando tengo una patología cardiaca?

Las patologías cardíacas, dependiendo de su tipo, afectan a su estructura, a su funcionamiento a ambos y se desarrollan con diversa sintomatología que, muchas veces, se desarrolla a lo largo del tiempo aún antes de padecer la enfermedad. Por esta razón es importante estar atento a todas las señales que nos da el organismo y, en todos los casos, realizar la consulta a su médico.

Si bien el dolor de pecho y la dificultad para respirar suelen ser los síntomas más frecuentes de las afecciones cardíacas, existen otras señales que nos alertan de que algo no está funcionando bien con nuestro corazón y su sistema circulatorio.

–       Debilidad general

–       Fatiga

–       Ansiedad extrema

–       Cambios en la coloración de la piel (tonalidad grisácea)

–       Palpitaciones

–       Mareos o desmayos

–       Sudoración intensa

–       Sensación de opresión en el pecho o ahogo

–       Hormigueo, ardor o dolor en los pies y pantorrillas mientras se está en estado de reposo

–       Náuseas o vómitos

Fuente:Creado por Peoplecreations – www.freepik.es

 

Lista de enfermedades cardiacas más frecuentes

Tromboembolismo pulmonar

Para que el corazón cumpla con su función de hacer circular la sangre hacia el interior de todo nuestro cuerpo, debe contar con un torrente continuo, libre de todo tipo de obstáculos a través de venas y arterias.

Un tromboembolismo pulmonar se produce cuando una arteria se ve obstruida o bloqueada por un cuerpo o sustancia en los pulmones y que se mueve a través del torrente sanguíneo desde otro lugar del sistema circulatorio. Como consecuencia de ello disminuye el nivel de oxígeno en sangre y se acelera el ritmo cardíaco. Dolor en el pecho, agitación, dificultad para respirar y falta de aliento así como la presencia de sangrado al toser, suelen ser señales de un tromboembolismo o embolia pulmonar.

Las causas de este tipo de afecciones se relacionan, principalmente, con factores que alteran la pared del vaso, factores que impactan en las propiedades de la sangre o bien alteraciones en el flujo sanguíneo que pueden ocasionarse por estados de inmovilización prolongados, obesidad, embarazo, cáncer o lesiones en el vaso.

Infarto de miocardio

El corazón, como todos los órganos del cuerpo humano, necesita oxígeno para funcionar y para garantizar que ello suceda cuenta con su propio sistema de irrigación de sangre oxigenada a través de las arterias coronarias.

Cuando el torrente sanguíneo se ve bruscamente interrumpido y deja de llegar sangre al corazón ocasionando daño en los tejidos, se produce un infarto agudo de miocardio o lo que, familiarmente, conocemos como ataque al corazón.

Los síntomas más frecuentes de infarto son el dolor de pecho y la dificultad para respirar, pero según el paciente suele presentarse además:

–        Aceleración del ritmo cardíaco

–        Sudoración

–        Dolor intermitente en la parte alta del torso

–        Náuseas y vómitos

–        Tos

Entre las mujeres es más usual la presencia de dolor de mandíbula, dolor en la parte superior de la espalda, aturdimiento, vómitos y falta de aliento.

Cardiopatía isquémica

Se denomina isquemia a la “disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo de una parte del cuerpo, producida por una alteración normal o patológica de la arteria o arterias referentes a ella” (RAE, 2017).

Cuando la irrigación sanguínea hacia el músculo cardíaco disminuye o se ve reducida se produce lo que se conoce como cardiopatía isquémica.

Las arterias responsables de mantener la correcta circulación de sangre hacia el corazón se ven afectadas por la disminución de su diámetro, por lo que su torrente se ve reducido o disminuido.

Generalmente, como consecuencia del colesterol alto y el excesivo consumo de grasas, las paredes de las arterias se engrosan generando hacia su interior placas que se adhieren a ellas. Este proceso lleva a la disminución progresiva del diámetro libre para la circulación de la sangre por el interior de las arterias y, en muchos, casos a episodios de estrechamiento y obstrucción completos.

Cardiopatías congénitas

Una cardiopatía congénita o defecto cardíaco congénito se relaciona con una alteración en la estructura del corazón que se presenta en el individuo desde su nacimiento. Básicamente se trata de algún tipo de anormalidad en la estructura del corazón que afecta a sus paredes, sus válvulas o a las arterias y venas cercanas a al músculo cardíaco.

Dependiendo de la alteración estructural de que se trate pueden requerir tratamientos más o menos complejos, cirugía cardiovascular e incluso trasplante.

Algunas señales frecuentes de estas cardiopatías se presentan como dificultad al respirar o respiración agitada, hinchazón, bajo peso o retraso en el desarrollo, cianosis (labios o piel de color azulado), fatiga, dificultades con la alimentación, entre otras.

La Organización Mundial de Salud sugiere a los gobiernos la implementación de controles cardíacos puntuales en la etapa de ingreso escolar para la detección temprana de este tipo de cardiopatías que pueden presentar síntomas tardíos.

Coartación de Aorta

Una de las cardiopatías congénitas que afecta a casi el 8% de los niños es la coartación de aorta. Básicamente se trata de un estrechamiento de un segmento de la aorta en las proximidades del ventrículo izquierdo del corazón.

Si bien las cardiopatías congénitas se relacionan con la herencia familiar, en este caso en particular, no se conocen las causas que producen la coartación de aorta.

Entre los síntomas más frecuentes suele presentarse irritabilidad, pies o manos frías, palidez, escaso aumento de peso, mayor presión arterial en las extremidades superiores que en las inferiores, respiración rápida o pesada y falta de apetito.

Insuficiencia cardíaca

Para garantizar su correcto funcionamiento y desarrollo, nuestro cuerpo requiere de suficiente oxígeno y nutrientes que llegan hasta el interior de las células. La sangre es el medio de transporte que utiliza nuestro organismo para que ambos lleguen a cada una de sus partes.

Cuando el corazón no es capaz de mantener el flujo de sangre necesario para que todos los órganos desarrollen su trabajo se dice que padecemos una insuficiencia cardíaca. Es decir que nuestro corazón ha dejado de bombear de manera correcta y suficiente la sangre hacia el interior del cuerpo.

Una persona muestra signos de insuficiencia cardíaca cuando presenta fatiga, falta de aliento y, en algunas ocasiones, tos. Estos síntomas afectan notablemente las actividades cotidianas y normales de una persona disminuyendo su calidad de vida.

Esta condición clínica es crónica y progresiva por lo que la consulta temprana al médico resulta indispensable para su control y tratamiento oportuno.

Miocardiopatías

Este tipo de patología afecta la actividad de bombeo de la sangre que realiza el corazón y puede ser una de las causas más frecuentes de insuficiencia cardíaca.

Fatiga, hinchazón de las extremidades inferiores o del abdomen, palpitaciones, sensación de presión en el pecho y dificultad para respirar al realizar algún esfuerzo físico o en estado de reposo, son algunos de los síntomas más frecuentes de una miocardiopatía. Estas señales de alerta suelen ser progresivas y en muchas situaciones pueden presentar de manera leve, por eso es importante prestar atención a los síntomas y realizar a la brevedad la consulta con un especialista.

El tratamiento de una miocardiopatía puede requerir medicación, implantación quirúrgica de dispositivos e incluso trasplante en casos de mayor gravedad.

Muerte súbita

La muerte súbita cardíaca acontece cuando el corazón deja de latir inesperadamente. A diferencia del infarto de miocardio, se origina por una falla “eléctrica” que altera repentinamente el funcionamiento del corazón y no por la interrupción del flujo de sangre.

Los latidos se vuelven arrítmicos, se producen palpitaciones que afectan la respuesta de los ventrículos o compartimientos inferiores del corazón. Este cuadro impacto en la irrigación sanguínea, principalmente hacia el cerebro; el corazón es incapaz de bombear la sangre y se produce la muerte en minutos.

En estas situaciones, una intervención de emergencia requerirá de la práctica de maniobras de resucitación cardiovascular (RCP) y de la aplicación de un desfibrilador que ayudarán a mantener la oxigenación de la sangre, su irrigación al cerebro y la recuperación del ritmo cardíaco.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la formación de los habitantes en RCP así como la disponibilidad de Desfibriladores Portátiles en organismos públicos, incluso escuelas, como estrategia de prevención y cuidado de la población. Por su parte, y de forma complementaria a esta recomendación, los países desarrollan campañas de prevención sobre cuidados en la salud cardíaca para disminuir la tasa de padecimiento de enfermedades cardiovasculares y la tasa de mortalidad por enfermedad cardíaca.

Arritmias

La arritmia es la irregularidad y desigualdad en las contracciones del corazón (RAE, 2017). Clínicamente se describe como como un problema que afecta a la frecuencia cardíaca; es decir al ritmo de los latidos del corazón.

Con cada latido, nuestro corazón recibe un impulso eléctrico que le permite contraerse rítmicamente, así la alternancia de contracción – relajación del músculo le permite bombear la sangres desde su interior hacia el resto del cuerpo.

Existen cuatro tipos de arritmias: ventriculares, supraventriculares, extrasístoles y bradiarritmias.

La más frecuente es la extrasístole, que por lo general es inofensiva y no presenta síntomas.  Por lo general no requiere tratamiento, pero de todos modos, es recomendable el control y seguimiento de un especialista.

La arritmia supraventricular es también conocida como taquicardia (aceleración de los latidos) y en todos los casos requiere tratamiento ya que puede generar fibrilación auricular (engrosamiento y rigidez de la pared auricular).

Por su parte, la arritmia ventricular es una de las más peligrosas. Produce taquicardia y requiere de tratamiento inmediato ya que es uno de los síntomas más comunes del infarto de miocardio, la enfermedad coronaria y el debilitamiento del músculo.

Finalmente la bradiarritmia indica que la frecuencia cardíaca es menor a lo normal y como consecuencia de ello la sangre tiene dificultades en llegar de forma suficiente al cerebro (hasta puede provocar desmayo).

El envejecimiento, afecciones como el hipotiroidismo, la falta de potasio, la pigoxina y otras medicinas betabloqueantes pueden producir este tipo de arritmia.

Valvulopatías

El corazón tiene cuatro válvulas que regulan el paso de la sangre por cada una de las cavidades del músculo cardíaco: mitral, cúspide, aórtica y pulmonar.

Estas válvulas funcionan permitiendo el paso de la sangre que ingresa desoxigenada y sale oxigenadas del músculo cardíaco hacia todo el organismo. Alternativamente aseguran que la sangre fluya en una única dirección ya sea ingresando o saliendo del corazón.

Cuando un paciente presenta algún tipo de valvulopatía, sus causas pueden deberse a una estenosis valvular o a una insuficiencia valvular.

En el primer caso se trata de una alteración en cualquiera de las cuatro válvulas cardíacas que se caracteriza por la rigidez del tejido valvular o su engrosamiento y falta de reacción. En el caso de la insuficiencia, por el contrario, el funcionamiento mecánico es el apropiado pero presente algún tipo de estrechamiento o dilatación que impide la oclusión absoluta de la válvula.

Ya se trate de una patología valvular de origen genético o adquirido, entre sus síntomas más frecuentes se destaca el sonido cardíaco anormal (soplo) que puede detectarse con un estetoscopio. Además como toda patología del corazón puede presentarse palpitaciones, fatiga, hinchazón de las extremidades inferiores (pies y tobillos), falta de aire durante actividades físicas que requieren esfuerzo o en estado de reposo.

Amiloidosis

El amiloide es una sustancia muy rica en azúcares producida por nuestra médula espinal y que suele acumularte en distintos tejidos y órganos de nuestro cuerpo. Cuando es produce esa acumulación anormal, se está en presencia de una patología que se denomina amiloidosis.

La amiloidosis cardíaca, es una enfermedad poco frecuente pero progresiva, que no muestra síntomas hasta su estado más avanzado.

Dependiendo del órgano afectado, esta enfermedad suele presentar entre sus síntomas más frecuentes, además de los propios de toda afección cardíaca, hormigueo en manos y pies, dolor de muñeca, diarrea o estreñimiento, pérdida de peso, agrandamiento de la lengua, alteraciones en la piel (aparición inexplicable de hematomas, sectores de la epidermis que muestran engrosamiento, etc.) y dificultad para tragar.

Enfermedad de Kawasaki

Una de las causas de enfermedad cardíaca en niños es el síndrome de Kawasaki o del ganglio linfático mucocutáneo.

Se trata de una patología rara, de causas aún desconocidas, que produce inflamación en arterias, venas y capilares sanguíneos. Suele afectar a los ganglios y a la mucosa de la nariz y la boca.

Esta enfermedad afecta a niños de todas las etnias aunque generalmente se la asocia a la ascendencia asiática o de las Islas del Pacífico.

Usualmente los pequeños se recuperar de forma rápida una vez diagnosticas y tratada con medicamentos y, en casi el cien por ciento de los casos no presentan secuelas.

Entre los síntomas más frecuentes pueden mencionarse: hinchazón y enrojecimiento de los labrios, erupción en el torso, fiebre alta y persistente, manchas rojas y brillantes en la lengua, hinchazón de pies y manos, inflamación de los ganglios linfáticos y enrojecimiento de las palmas y de las plantas del pie.

Síndrome de Tako – Tsubo

Esta patología se conoce también como el “síndrome del corazón roto” ya que se considera que es consecuencia de estrés emocional o físico repentino, principalmente presente en mujeres en la etapa post climaterio. Entre los desencadenantes de este padecimiento transitorio se han consignado pérdida inesperada de un ser querido, pérdida de bienes materiales, desastres naturales, divorcios, diagnósticos médicos graves, etc.

Se presenta con síntomas similares al de un infarto de miocardio, pero a diferencia de éste el cuadro no se debe a una obstrucción arterial sino a una sobre carga de adrenalina repentina producida por el cuadro agudo de stress.

El tratamiento de esta patología es similar al de un infarto hasta que se confirma su diagnóstico y, según la evolución del cuadro, la medicación se reduce notablemente hasta la estabilización del funcionamiento cardíaco.

Foramen oval permeable

El foramen oval es una condición natural durante la etapa de gestación del bebé. Es una apertura temporal que permite que el torrente sanguíneo que recorre el cordón umbilical hasta el corazón pase de una aurícula a otra y llegue más rápidamente a todo el organismo.

Con el alumbramiento esta abertura se cierra naturalmente, en algunos casos este cierre no se produce y, a consecuencia de ello, el bebé presentará el cuadro conocido como foramen oval permeable.

Generalmente esta patología no presenta síntomas y se toma conocimiento de ella a través de un ecocardiograma que se realiza por alguna otra causa o control solicitado por un especialista.  No obstante, la presencia de migrañas frecuentes sin causa explicable suele ser una señal de alerta para un control pediátrico especializado.

Pericarditis

El pericardio es “la envoltura del corazón que está formada por dos membranas, una externa y fibrosa y otra interna y serosa” (RAE, 2017).

Se denomina pericarditis a la inflamación de este tejido que recubre al corazón. Puede ser producida por algún tipo de infección de origen bacteriano, viral, micótica u otra. El síntoma típico de la pericarditis es en dolor en el pecho (asemeja el dolor de ataque al corazón) que puede ser repentino o crónico.

Si bien la pericarditis suele desaparecer con descanso suficiente y tratamiento medicamentoso simple, en algunas ocasiones puede requerir de un seguimiento y atención de mediana complejidad.

Cualquiera sea su condición física y de salud, ante síntomas como debilidad general; fatiga; ansiedad extrema; cambios en la coloración de la piel (tonalidad grisácea o rojiza); palpitaciones; mareos o desmayos; sudoración excesiva; sensación de opresión o dolor en el pecho; dificultad para respirar; hormigueo, ardor o dolor en los pies y pantorrillas mientras se está en estado de reposo; náuseas o vómitos, consulte a su médico de forma inmediata.

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